La primera persiana data de 1769
Sin embargo, la primera persiana que se patentó tal y como la conocemos fue en Londres, allá por el 1769. Edward Bevan, inglés de nacimiento, fue el responsable de introducir el sistema de cuerdas y poleas que ahora forman las persianas de nuestras casas.
España es un país con una exposición al sol alta, entre 2.500 y 3.000 horas al año. Es por eso que el uso de las persianas se antojó crucial, así como de importante fue la influencia árabe en la historia española. En la cultura árabe, el interior de los hogares debe ser cuidado al máximo y debe presentarse de la mejor manera, por eso se intentaba que se mantuviera lo más fresco posible.
Religión cristiana y protestante
Por otro lado, si nos preguntamos por qué en los países del resto de Europa es tan difícil ver persianas, la respuesta está en la religión. La religión católica cuida mucho de la privacidad y el hogar es considerado como el sitio más íntimo de cara al público, por lo tanto se empeñan en guardar esa intimidad.
En los países centroeuropeos tampoco abundan las persianas debido a las costumbres protestantes. Los hogares están abiertos al exterior para compartir información y honestidad a los huéspedes. De la misma forma actúan los países nórdicos como Alemania y Reino Unido.
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